lunes, 10 de marzo de 2014

#SEQUENCE

El pasado 21 de diciembre tuvimos el honor de participar en el reto propuesto por Littlesecretfilm y Notodofilmfest y apadrinado por Montxo Armendáriz, de rodar y estrenar un largo colectivo el mismo día.

El largometraje, cuyo título es #Sequence, está formado por 17 piezas de 3 minutos y medio con el único nexo en común de que todos están rodados en un plano secuencia y además el mismo día, el 21 de diciembre.

Los directores salieron de una convocatoria en la que fueron seleccionados los guiones de los cortometrajes que formarían parte del largometraje.

Tuve el honor de poder participar con mi pieza “Confesión”, que fue uno de los guiones seleccionados, gracias a lo cual nos vimos metidos en medio de esta locura: una semana de preproducción, una mañana (o mejor dicho 3 horas) de rodaje, 30 minutos de montaje y 3 horas de coche para llevar el archivo a Madrid. Brutal..

Pese a lo duros que fueron los días previos, por todo el caos que conlleva preparar el rodaje y los imprevistos que van surgiendo cada minuto, tengo que decir que disfruté la experiencia como un crio.

Por la noche, cuando llegó la hora del estreno en La Fábrica, estábamos tan cansados que casi ni estábamos nerviosos. Sin embargo, cuando apareció nuestra pieza en la pantalla y sentimos de primera mano la reacción del público, experimenté una sensación para mi única, acostumbrado a ver el resultado de casi todo lo que hago en una pantalla de ordenador.

Vivir un rodaje, del tipo que sea, es sinónimo de comprimir vivencias en un periodo muy breve de tiempo: decepciones, alegrías, sorpresas, problemas, bajones, subidones… sensaciones que, en condiciones normales, se extienden a lo largo de meses de tu vida y que, cuando ruedas, se comprimen en pocos días o incluso horas.

Este es el resultado; nuestra pieza "Confesión": VER CORTO