Ya está a punto de acabar el Festival de Cine de Venecia.
Aunque sé que os están martilleando a diario en informativos con la
actualidad del mismo, dedicando, en la mayoría, amplios resúmenes con
entrevistas a los protagonistas y avances de las pelis (para los que estáis
afirmando indignados con la cabeza, comentaros que es una ironía), quiero
insistir en algún título que me ha impactado de manera especial.
En este caso, se trata de dos documentales. A buen seguro
que hay gente que, desde este momento, ha dejado de leer, pero quiero destacar
estas dos joyas.
Una, HUMAN FLOW de Ai Weiwei, porque es sobrecogedora y muy probablemente merecedora
de algún Premio, y la otra, EX LIBRIS. THE NEW YORK PUBLIC LIBRARY, porque
pertenece a un maestro como Frederick Wiseman que, haga lo que haga, aunque sea
filmar durante 6 meses el interior de los retretes de una estación de tren, lo impregna
todo de una magia única.
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